El calendario festivo de Almazul tiene su inicio en primavera.

 

La Virgen de la Blanca, el 27 de mayo, tiene en su historia de adoración el día de su fiesta en 1878, cuando un rayo impactó en la escuela sin causar víctimas. Tiene su novena, con rezo de Rosario de la Aurora.
Las mujeres se reúnen en la casa de la mayordoma para preparar un ramo con roscos, flores y velas. Estos ramos son llevados en la procesión por los quintos del año, para más tarde ser subastados en el atrio de la iglesia.

 

El Corpus Christi se celebra con adornos en el pórtico del templo parroquial. Se extiende una cruz en el suelo confeccionada a base de ramas así como pétalos de rosa, hierbabuena y romana. Tras la eucaristía se inicia la procesión por las calles del pueblo, recorriendo diversos altares preparados para la ocasión. En ellos, se tumbaban  a los niños nacidos en el año para recibir la bendición.

 

La Virgen y San Roque, en agosto, es una festividad en la que los vecinos encienden hogueras no sin antes entablar una batalla en la que los jóvenes, encargados de preparar la leña, protegen las piras, con sacos de paja, de sus paisanos que tratan de prender el fuego.
Finalmente, las hogueras son encendidas. Antiguamente el Ayuntamiento servía vino a los presentes, cambiándose el brebaje en la actualidad por el quemadillo de ron.  

 

La de la Soledad, que tiene como lugar la ermita que antiguamente se llamó de La Blanca. La imagen es trasladada al templo parroquial el Domingo de Ramos para volver a su origen el Viernes Santo. La subasta de los banzos implica recorridos de cien metros y cuyo cobro corresponde a la mayordoma de la Virgen.


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